3.8.07

Mr. Hyde me hizo pensar



El despreciable geronte Mariano Grondona me hizo pensar, hace unos días, otra vez en la ecología. Hablaba de Douglas Thompkins, un multimillonario estadounidense que compra hectáreas vírgenes a lo largo del mundo para transformarlas en reservas ecológicas privadas (antes de que una empresa o un gobierno se las fume, digamos). Un nuevo tipo de altruismo, lo definió el Dr.
Grondona dijo que el Primer Mundo puede darse el lujo de implementar políticas estrictas de cuidado del medio ambiente porque ya está desarrollado, pero que los países emergentes (es decir, nosotros) no deberían correr con esa desventaja, dado que cuando las potencias expandieron sus industrias aún no existían las políticas ambientales que hoy están en boga.
Al mismo tiempo, me acuerdo que hace poco el cambio climático fue tapa de Clarín y que leí en un blog a un escriba que saludaba a los ecologistas "que fueron pioneros hace décadas de una realidad que ahora tiende a aceptarse en todos los ámbitos".
Me acordé de Katrina, del tsunami, de la granizada histórica en Buenos Aires, de las olas de calor extremo en el verano europeo, de los que denuncian que las antenas de los celulares enferman de cáncer...
Siento que el Dr. me quiere engañar. Que desarrollo y ecología no son dos realidades tan inconciliables. Claro que para alcanzar un "desarrollo prudente" muchos (hombres y multinacionales) deberían renunciar a privilegios y abusos arraigados. ¿Por ahí vendrá la cuestión? No sé.
El video grafica bien.

1 comentario:

Héctor Gavira dijo...

A como van las cosas, creo que esa casa quedará hecha un chiche en relación a cómo quedará el planeta en décadas. Algo que me sorpendió: ¿Cómo hacés para escuchar a Grondona?