Viñetas sobre la Conquista

Recientemente, visité el norte argentino. En la Iglesia de San Francisco de Paula --edificada en 1691-- conocí a los "Angeles arcabuceros". El templo está en Uquía, un pueblo jujeño que ronda los 500 habitantes, a 115 km de la capital provincial.
Allí se ven nueve pinturas de arcángeles realizadas en el siglo XVII por artistas mestizos de la famosa Escuela Cuzqueña.
Las figuras --no sólo están los tres arcángeles reconocidos actualmente por la iglesia católica-- tienen sombrero de ala ancha y trajes de brocado bordado en oro similar a los de los soldados españoles de Carlos II. Y portan un gran arcabuz.
Se explica que estas piezas fueron consecuencia de los esfuerzos europeos por introducir símbolos cristianos en las creencias locales. Así, estos caballeros españoles serían una reinterpretación de la fe indígena, que consideraba una deidad a cada uno de los elementos de la naturaleza, como el rayo, el Sol y la Luna.
En la nueva iconografía, cada arcángel representará a la vez a un semi-dios autóctono y a uno cristiano, logrando así la unificación simbólica.
Sin embargo, no son pocos los lugareños --y los críticos de arte-- que creen que esas pinturas fueron el resquicio que hallaron los mestizos para denunciar la imposición por medios violentos de la nueva religión.
Los arcángeles se veían idénticos a los españoles. Los conquistadores eran los nuevos dioses.